7 consejos para cuando ganes en la lotería
La primera medida de precaución que debes tomar ahora mismo es firmar el reverso del billete. Un billete de lotería es un instrumento al portador, lo que significa que quien firma y presenta una identificación con fotografía puede reclamar el premio. Así que si no has firmado el boleto y se te cae de tu mano mientras estás esperando un autobús, o si se lo enseñas a un amigo en un bar y lo dejas accidentalmente en el mostrador, has perdido el premio.
Estos son algunos pasos que te ayudarán a mantenerte alejado de estos riesgos adicionales. La mayoría de ellos funcionan bien para otras ganancias inesperadas como por ejemplo, con la súbita riqueza de una herencia o de la venta de un negocio.
1. Permanece en el anonimato si las leyes de tu país te lo permiten
Una vez que la gente sabe que de repente eres rico, por todas partes te aparecerán solicitudes de las dádivas de todo el mundo: desde organizaciones benéficas hasta amigos y familiares perdidos hace mucho tiempo, así como "expertos" financieros que estarán compitiendo por tu dinero. Así que revisa las leyes de tu país para ver si los puedes esquivar permaneciendo en el anonimato. Dependiendo de dónde compraste el boleto, los ganadores de premios tienen entre 90 días y un año a partir de la fecha del sorteo para reclamar su premio. Así que averigua lo que te atañe y traza un plan. Hay otro tema más desagradable: si no permaneces en el anonimato, amigos o compañeros pueden alegar que el boleto fue comprado a medias y llevarte a juicio. A partir de ahí, dependes de lo que decida un juez, lo que tiene un riesgo considerable.
2. Evita los repentinos cambios de estilo de vida
Durante los primeros seis meses después de que ganes la lotería, no hagas nada drástico, como renunciar a tu trabajo, comprar una nueva casa o un coche de lujo. Mientras tanto, ve apartando una cantidad fija para derroches, pues es natural que quieras celebrar tu golpe de suerte. Guarda las grandes compras para más adelante. Por ejemplo, podrías alquilar una casa en el barrio en el que estabas pensando mudarte antes de llegar a cualquier compromiso. Si necesitas un coche nuevo, compra por ahora un modelo sencillo.
3. Paga todas tus deudas
No hay mejor inversión que el pago de las deudas. Ya se trate de la deuda de tarjeta de crédito o de una hipoteca, tu tasa de retorno es la tasa de interés del préstamo. Con los rendimientos de hoy en día de las inversiones relativamente seguras, como los depósitos bancarios y los bonos del Tesoro, esto es especialmente cierto. Cuando has pagado un euro de tu deuda, eso es un euro que ya no debes, ni sobre todo, los intereses que acarrea. Sin embargo, cuando inviertes un euro, no puedes estar seguro de si va a crecer o a encogerse.
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